Carnicería en Constitución, foco de contaminación ambiental.
Juan Carlos Absalón/San Andrés Tuxtla, Ver.—En la calle Constitución, casi esquina con Ignacio de la Llave, en pleno centro de la ciudad, se encuentra instalado un negocio con expendio de carnes; y prácticamente desde que abrió sus puertas al público se ha convertido en un dolor de cabeza para la sociedad que tiene la necesidad de transitar por el lugar mencionado.
Y es que al decir de un dolor de cabeza, es por el pestilente olor que despide la carnicería; es un olor nauseabundo, DONDE ESTÁ CLARA LA TOTAL AUSENCIA DE LAS AUTORIDADES SANITARIAS, al hacer caso omiso de los reclamos de los sanandresinos.
No es posible que esté instalado un negocio de tal giro con las faltas de medidas en seguridad e higiene al convertirse en un foco de contaminación ambiental; pues hay que recordarles a todas las autoridades correspondientes que al lado de este foco de contaminación ambiental está una farmacia; un negocio de nieves y aguas frescas; un negocio de comida (taquería) donde las personas al sentarse a comer y recibir el pestilente olor, de inmediato se retiran del lugar.
Urge y es necesaria una investigación; ¿quién autorizó la instalación de esta carnicería, sino cuenta con las medidas requeridas para comercializar sus productos en pleno centro de la ciudad? Una vez más recordamos a las autoridades sanitarias de la Jurisdicción Sanitaria Núm. 10, que no es la primera vez que contaminan el ambiente con el pestilente olor salido desde el interior de esta carnicería.
También le recordamos a la autoridad sanitaria que no es la primera vez que lavan el negocio por las noches y el agua pestilente recorre toda la orilla de la banqueta desde la calle Constitución, atravesando los negocios 3 Hermanos; La Fuente, Tele-Radio Comercial; Sensasión; La Hueva Jarocha y una casa de empeño, hasta caer en los filtros que van al río.
Sí el dueño o los socios de esta carnicería siguen actuando en ese sentido, sin acatar las debidas medidas de higiene y siguen contaminando el ambiente, quedará claro que existe algún “padrino” por ahí, donde el influyentismo prevalezca, y las autoridades sanitarias sólo seguirán haciendo su papel de MEMBRETE.
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