v Taxistas confunden el término CONCESIÓN
v A un paso de la cárcel, González Azamar
El Gobierno del Estado, así como el gobierno federal tiene la obligación de alguna manera auxiliar a la ciudadanía para que ésta se transporte a cualquier punto, de la República Mexicana; así regionalizando encontramos que en el Estado de Veracruz, el gobierno para apoyar en este renglón otorga concesiones a ciertas personas para que a través de sus vehículos particulares, tengan una CONCESIÓN (Permiso, Autorización, Consentimiento, Venia, Aprobación, Licencia, etc., etc.,) Artículo 3; Se declaran de orden e interés público la planeación, ordenación y reglamentación de los actos a que se refiere el artículo uno de esta Ley para prestar este servicio a cambio de una remuneración económica, es decir, tener un ingreso con la aprobación del gobierno. Hasta ahí.
No es una herencia, que quede claro, por lo tanto no es legítimo que los concesionarios peleen como si las concesiones fueran una herencia del gobierno; no es algo heredado para que a su vez éstos las transfieran a sus hijos, ni tampoco es legal que las renten, porque no es algo propio; por lo tanto si las personas que tienen una CONCESIÓN, trabajando conforme al reglamento correspondiente cometen ciertas irregularidades al Reglamento de Tránsito, ¿qué ocurre con los piratas? ¿Por qué siguen haciendo de las suyas?
La respuesta es clara y no tiene porque andarse buscando más rollos, simple y sencillamente a la autoridad de Transporte Público le falta voluntad para cumplir con el encargo para el que fue asignado. Así nada más, no hay más explicación.
En conclusión NO ES LEGAL, que los concesionarios se adueñen de las concesiones, por lo tanto podría surgir que al morir quien tiene la CONCESIÓN, el gobierno de una prórroga de unos días para que los familiares acuerden quien será el siguiente beneficiario, es decir, la próxima persona que podría recibir una CONCESIÓN, aquí es donde se dice que al término de la CONCESIÓN, no hay más herederos, no es que el gobierno se quiera quedar con algo que no es herencia del gobierno, solo en su momento se dio un permiso para obtener ingresos como trabajadores del volante.
Ahora veamos, ¿cuántos trabajadores reales del volante, verdaderos trabajadores del volante han recibido una CONCESIÓN para trabajar? ¿Cuántos?
Es triste verdad; porque entre líderes y los que tienen lana, se metieron a un negocio que no era de ellos, y ahora que investigue el gobierno en las principales ciudades a ciertas personas que no tienen un permiso, no; tienen FLOTILLAS, ASÍ COMO LO LEE, FLOTILLAS, porque algunos presumen de ser “DUEÑOS” de más de 50 CONCESIONES; incluso han venido la Región de Los Tuxtlas, para ver a quienes desesperados ya no ven ingresos a través de sus taxis para que les vendan sus concesiones, algo totalmente ilegal, porque las concesiones sin intransferibles.
La otra cara de la moneda que si es legal, es que pelen y que se vayan hasta los tribunales por algo que piensan es su suyo; de allí que sea legal pero no legítimo el que los taxistas se pongan al brinco.
Este martes subirá a la tribuna nuevamente quien tiene que batallar con la Ley de Tránsito 589, el licenciado Tomás Montoya Pereyra, quien tiene entre sus comisiones la de este rubro donde hay mucho por hacer.
Jorge Alberto González Azamar, más conocido como “El Cachetón”, se encuentra a unos pasos de ir a la cárcel, junto con otros grillos que en su momento le hicieron caravana y demás, y hay algunos que se siguen mofando de la justicia, la que los podría alcanzar de un momento a otro, a menos que se den a la graciosa huida.
Hay quienes cuentan, y cuentan bien que lo han visto pidiendo cobijo allá en los pasillos del palacio de gobierno y en alguno que otra estancia de las principales dependencias del gobierno del estado, donde le niegan la entrada o le aplican la aburridora con tal de que de vueltas hasta que se canse y se vaya.
Aún así con este calvario que apenas inicia para el prepotente y arbitrario catemaqueño, ya le han iniciado exhaustiva investigación sobre algunos bienes y por ahí salió que tiene algunas tierritas con las que hizo jugoso negocio las que ahora tendrá que vender y hasta rematar con tal de juntar el dinero que tiene que pagar.
El Órgano Superior de la Fiscalización, le encontró por ahí un faltante de comprobar de 42 millones 500 mil a 42 millones 700 mil pesos; y eso sólo de la cuenta anterior, falta la del último año de gobierno donde ya ni rindió cuentas claras a los catemaqueños.
Fuentes confiables señalan que lo del faltante es un hecho y el primero en llamar es el Alcalde seguido de su tesorero y su incondicional amigo y hasta guarura en ocasiones, el del sombrero que en mala hora llegó a ser síndico, pues no hay que olvidar los remates del parque vehicular donde dio su aprobación y que mucho cuestionó la ciudadanía.
Aquí hay que recordar cuando se decía mucho que la presidencia municipal de Catemaco era una cajita de cristal, que todo era transparente, y surge la pregunta ¿y cómo desaparecieron la lana?
¿Acaso el Cachetón resultó buen brujo con ciertas artimañas, al que le siguieron sus incondicionales?
Nos leemos en la próxima, yo regreso…
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