28 de noviembre de 2012

Participemos en el rescate de la tradición de LA MOJIGANGA

Muñecas de antaño, con cabezas y brazos llenos de aserrín y estructura de bejuco. (Foto | JC Absalón) 
Muñecos de hoy, que sacan en grupos por barrios y colonias, los que practican los empujones entre la multitud con estructura de trozos de madera y mangueras, con cabezas de papel maché rellenos de materiales duros que lastiman al golpear. (Foto | JC Absalón) 

Juan Carlos Absalón/San Andrés Tuxtla, Ver.—Estamos celebrando las fiestas patronales en honor a San Andrés Apóstol, dentro del marco de las fiestas titulares de San Andrés Tuxtla.
La tarde del pasado jueves, tuvimos la grata presencia de tener a los tres cronistas de Los Tuxtlas, Sixto Carvajal, Eneas Rivas Castellanos y Salvador Herrera García, y quizá faltó una buena difusión para contar con un mayor público que pudo haber enriquecido su acervo cultural con la historia legada de nuestros antepasados.
Y es que uno de los temas que se tocó fue precisamente el de “LAS MOJIGANGAS”, que en sus inicios eran muñecos cabezones, cuya estructura de era de gruesos bejucos, vestidos de telas con colores muy vivos, muy alegres, con su cabeza y brazos llenos de aserrín, paja o viruta, cuya gracia consistían al ir bailando con la tradicional música compuesta especialmente para la ocasión.
A estos muñecos les decían “tungu tutungo” con rasgos grotescos y las que figuraban como muñecas, con grandes aretes y trenzas de estambre; recordando también a aquellos muñecos de forma indígena que portaba grandes sombreros, y un pañuelo rojo (paliacates), con sus trajes de manta.
Hace más de 40 años, todavía recordamos a los muñecos que patrocinaban los comerciantes del mercado municipal 5 de Febrero, imitando a distintos personajes en forma chusca, con un cuadro de manta al frente y en la espalda con el nombre de la casa comercial o empresa que patrocinaba al portador del muñeco.
También recordamos a los toritos, que se jugaban el ataque (simbólicamente y en juego) contra quienes buscaban torearlos, y quienes iban a enfrentar a los toros iban con las manos vendadas.
También al famoso “totole” que la punta llevaba un clavo con el que punzaba a las mujeres.
Toda esa tradición ha cambiado muchísimo, y en contraste hacen muñecos más grandes y que lastiman a las jovencitas a las que golpean ya no con una cabeza rellena de aserrín sino de otros materiales; la estructura es de madera o de mangueras de plástico.
Los toros ahora traen cuernos bastante filosos los que en muchas de las ocasiones han herido en el juego chusco que termine en violencia.
Y el “totole o guajolote” ya no es tan bien visto porque al ponerle agujas, resulta peligroso con el riesgo de contraer el virus del VIH.
Muchas de las tradiciones por modernidad o imitación de otros lugar se van perdiendo; a esta causa se está sumando El Comité del Barrio de San Antonio de Padua, que busca al rescate y la conservación de esta tradición que es LA MOJIGANGA.
El comité nos hizo llegar una copia de un proyecto aprobado:

Leamos:
La Comisión Dictaminadora del proyecto “Apoyo a Proyectos de Investigación de Cultura Popular” impulsados por la CONACULTA y el IVEC, aprobó a la comisión de festejos del Barrio San Antonio de Padua, el proyecto denominado “Auténticos Muñecos de La Mojiganga de las Fiestas Patronales de San Andrés Tuxtla, Veracruz”.
Por tal motivo esta comisión integrada por la profesora Ana María Campos Cadena, como coordinadora general, señora Blanca Ortiz Cadena, tesorera; señorita Teresa Valle Xolo, secretaria; profesor Eloy Hernández Carmona, asesor, y como vocales; señora Emilia del Prado Peláez, señora Norma Córdoba de Avendaño, señora Mercedes Ramos y, profesora Diocelina González Cadena, están trabajando en el rescate de la tradición de la mojiganga en su originalidad, como eran y deben seguir siendo; muñecos cabezones, hechos con bejuco, vestidos de telas de vivos colores con sus brazos sueltos que puedan tener suficiente movimiento al bailar, su cabeza y brazos rellenos de aserrín, paja o viruta.
Este grupo de entusiastas señoras invitan a la ciudadanía en general a que rescatemos a nuestra mojiganga de antes (tungu tutungu) con sus rasgos grotestos; la mujer con sus aretes grandes, sus trenzas de estambre y grandes moños; el hombre indígena con su sombrero, pliacate y ropa de manta o también puede ser algún personaje conocido (ridiculizado).

Agrega el comunicado:
El objetivo principal de este grupo es lograr preservar nuestra auténtica tradición, muñecos de tamaño mediano que permitan a la persona que lo porta, el que pueda bailar al ritmo de la música escrita, especialmente para la mojiganga así como correr con la misma.
Desafortunadamente hemos dejado perder nuestra verdadera tradición, pues en el año de 1993, los alumnos de la ESBIO comenzaron a elaborar muñecos gigantes sin ningún movimiento, y actualmente las escuelas secundarias sacan muñecos gigantes modernos como Los Simpson, Dragón Ball, Puka, Payasos ‘Asesinos’, etcétera, los que caminan, se empujan y van gritando al compás de música moderna y de batucada que ni siquiera es música de nuestro país, que hacen que una tradición de más de un siglo se convierta en un verdadero carnaval.

Finaliza el comunicado:
Finalmente este grupo, quiere rescatar la elaboración del muñeco de la mojiganga como en la época de antaño, rescatar nuestra auténtica tradición, que en el recorrido sean acompañados por el sonido del tambor y la música original que las mojigangas bailen al ritmo de la misma, den besos y ligeros cabezazos a las muchachas y sean la diversión de los demás al corretearlos.
Es así como señalábamos al inicio de esta entrega, esta es una tradición que forma parte de nuestra identidad cultural, de nuestras raíces como sanandrescanos, organízate y participa con tus compañeros de escuela, tu familia o con tus vecinos, elaborando tu muñeco.

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