v Agresión
cobarde y reprobable de tamseros
v Tienen
el ejemplo de su corrupto dirigente
v Tips...tips...tips.
Veracruz,
Ver.—Pese al testimonio real, fiel, documentado de la cobarde agresión de los
esbirros del casi sempiterno líder sindical de Tamsa, Pascual Lagunes, durante
el desfile obrero pasado, no pasará nada.
Y
eso es obvio en el Veracruz en el que jamás pasa algo.
No
debe sorprender a nadie que la impunidad abrigue nuevamente al sibarita Pascual
Lagunes.
Mire
usted.
En
efecto, la brutal e incivilizada actitud que llevó a los borreguitos del
tamsero mayor a golpear a los compañeros periodistas tiene un nombre: impunidad.
A
nadie debe sorprender el comportamiento de los seguidores de Lagunes Ochoa,
pues él también es prepotente, arrogante y gusta de violentar la ley porque
sabe que se le protege.
Y,
de acuerdo con el ejemplo que da el jefe, es cómo se movieron el pasado primero
de Mayo durante el desfile los borrachos sindicalizados de Tubos y Aceros de
México (Tamsa).
Y
vaya ejemplo que tienen.
A
ver, me explico.
Es
que a Pascual Lagunes Ochoa nada le hace mella.
Ni
las acusaciones sobre la desaparición de un fondo de 425 millones de pesos para
jubilaciones.
Pascual
se siente libre de culpa, pese a que sabe que su conciencia no tiene desmanchador
que la limpie.
Anclado
en la impunidad o en el sindicalismo más oscuro y siempre al lado del poder,
Pascual Lagunes se siente con el derecho a ostentar su cargo hasta morir, sin
que lo roce la ley.
Y
es que Pascual Lagunes en más de dos décadas como dirigente gremial ha amasado
una impresionante fortuna, posee ranchos con cientos de hectáreas, ganado de
alto registro, caballos pura sangre, que utiliza para saciar sus instintos de
gran apostador en carreras clandestinas, donde circulan millones de pesos.
O,
incluso, no clandestinas, al aire libre como las que gusta presenciar en los
carriles de Ylang Ylang o en Villarín.
La
ambición desmedida de Lagunes Ochoa no tiene límites y hasta ahora no hay
ninguna ley que lo pare, sigue abusando de la clase obrera en forma descarada y
cínica.
Y
es que Pascual Lagunes Ochoa, ya probó la frialdad de la cárcel.
Cómo
no, si la ha pisado en tres ocasiones: una por homicidio, otra por fraude y la
tercera por sedición, motín y daños contra Tamsa.
La
primera vez que fue encarcelado en el ex penal Ignacio Allende, de 1971 a 1979,
por estar involucrado en el homicidio de un trabajador; la segunda por tres
meses, por el delito de fraude durante la administración estatal de Dante
Delgado y, la tercera, en 1990, por sedición, motín y daños contra Tamsa.
Y
es que con tanto dinero que aporta a las campañas del PRI y de sus candidatos,
Pascualito tiene para evitar la cárcel en cualquier momento que lo desee.
Hay
quien dice que en la plenitud etílica se cree un Fidel Velázquez y que por eso
se siente el eterno dirigente.
Solo
falta que responda como en aquel 1986, cuando Fidel Velázquez preparaba su octava
reelección y cuando muy respetuosos los periodistas preguntaron:
—¿Cuándo
se va don Fidel?
La
respuesta no sorprendió a ninguno:
—A
mí me van a sacar de la CTM con los tenis por delante.
Sus
palabras fueron proféticas: 11 años después, a los 97 años de edad, salió en su
féretro.
Velázquez fue líder sindical hasta el último minuto del 21 de junio de 1997.
Nadie
lo derrotó.
Lidió
con 11 presidentes de la República, casi 11 sexenios y, cuando murió, no quería
morir.
En
fin, a ver qué le depara a Pascualito.
Tips...tips...tips…
A
propósito de esta artera agresión contra periodistas de este puerto, durante el
desfile del primero de mayo en la avenida Independencia, el único que reprobó
el hecho fue el alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil, y eso, eso ya es ganancia.
¿O no?
Hasta
pronto. Cualquier duda o sugerencia favor de enviarla a:
redaccion-dpoderapoder.mx@hotmail.com. También puede consultarnos en Twitter:
@fidelps.
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