Acompañan a su última morada a la señora María del Carmen Hernández Santos
San Andrés Tuxtla, Ver.—Familiares y amistades acompañan a la familia Quinto Hernández y Hernández Santos, en el sepelio de la extinta señora María del Carmen Hernández Santos. (Foto: JC Absalón)
San Andrés Tuxtla, Ver.—El camposanto recibe los restos de la estimada señora María del Carmen Hernández Santos. (Foto: JC Absalón)
San Andrés Tuxtla, Ver.—El licenciado Rafael Quinto acompañado de familiares y amigos de la política. (Foto: JC Absalón)
San Andrés Tuxtla, Ver.—Sentidas palabras fueron expresadas por un hijo de la fallecida señora María del Carmen Hernández Santos, donde perdonó espiritualmente a quien cometió el daño en contra de su señora madre. (Foto: JC Absalón)
Juan Carlos Absalón/San Andrés Tuxtla, Ver.—Cuando una madre parte al descanso eterno deja una dolorosa ausencia; los hijos al saber de la ausencia reflejan un vacío inmenso; es ahí donde los recuerdos de los bellos momentos traen aquella presencia que alivia la pena y encuentra en el regazo el consuelo a la tristeza.
La tarde de ayer 16 de junio del 2011, partió el cortejo fúnebre llevando el cuerpo de la señora María del Carmen Hernández Santos, del que fuera su domicilio particular en calle 7 de Agosto Núm. 68 de esta ciudad de San Andrés Tuxtla, hacia la Iglesia Catedral de San José y San Andrés, donde se ofició una misa de cuerpo presente a su memoria, para luego recibir cristiana sepultura en el panteón municipal.
El licenciado Rafael Quinto Hernández y sus hermanos recibieron las condolencias de los concurrentes; en el sepelio estuvo acompañado de familiares y amistades; funcionarios públicos, empleados municipales; personas de las comunidades del municipio; líderes políticos, amigos de la PRENSA de Los Tuxtlas, y la ciudadanía en general.
Las bondades de la señora María del Carmen Hernández Santos, se reflejaron por sus buenas acciones en vida al contar con una gran multitud que le dieron el último adiós, donde un instrumento de la maldad le arrebató la vida.
Antes de recibir cristiana sepultura familiares y amistades le daban el último adiós con flores, cantos y oraciones uno de los hijos de extinta, pronunció sentidas palabras;
“Quiero pedirles permiso para dirigir unas palabras; Dios nos bendijo con una madre excepcional, una madre maravillosa, una madre que dio todo por sus hijos; desde pequeños nos enseñó que los pilares de la vida es el respeto, es la humildad, es el trabajo como algo beneficio, es la integridad de cada uno de nosotros; valores que nos han formado y nos han dado los derechos de ser quienes somos…
“Mi madre fue una persona que siempre fue generosa, la gente pudo sentirlo; no miraba diferencias siempre aportaba, siempre contribuía, era una persona maravillosa que Dios nos las dio y Dios se la está llevando…Es algo para nosotros, muy duro, muy difícil, pero quiero decir algo también, perdono a la persona que lastimó a mi madre, mi madre también haría la mismo si ella viera algo como esto; es algo muy duro, es algo que duele pero ella nos enseñó esos pilares de vida a todos nosotros…”
“Quiero darle las gracias a todos ustedes a nombre de mi familia, de todos mis hermanos, de mi madre, por estar con nosotros acompañándonos, porque siempre veía que cuando estamos unidos era algo positivo, era algo de bien… Dios los bendiga, muchas gracias, pido un fuerte aplauso para mi madre (se escucharon los aplausos) Quiero dar las gracias a todos ustedes por ese espacio que hicieron para acompañarnos en un momento tan difícil, muchas gracias de corazón, qué Dios los bendiga, cuídense mucho, gracias, muchas gracias…”
Aquí podemos citar esa reflexión sobre el PERDÓN:
“Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.”
Desde esta mesa de redacción, a nombre de los que conformamos esta casa editorial Diario Eyipantla Milenio, y del que esto escribe les hacemos presentes nuestras sentidas condolencias con lamentable suceso.
Fallo estamos contigo.