Incalificable corrupción
El buen calificativo que internacionalmente se ha ganado
México como país corrupto, no hay manera de refutarlo por los hechos que a
diario suceden y que son del dominio público.
Más aún, en tiempos electorales que los adversarios o sus
huestes se sacan “trapos sucios”.
Pero el colmo es que personas, funcionarios en los que el
Gobierno deposita la confianza, y empleados que les acompañan cometan delitos
de peculado valiéndose de los medios electrónicos para simular sorteos de
millones de pesos, como los llamados “Melate” “Revancha” y “Revanchita”, y
cobrar esos millones repartiéndose esos millones entre sus jefes, familiares y
amigos.
El destino de la gerencia de esos sorteos, es para La
Asistencia Pública. Robarse ese dinero es como asaltar a un invidente o a un
niño, y para cuyo fario de ellos, resulta que no hay detenidos y que “El
delito” “No es grave” ¡Que poca m…!
El pobre hambriento que se roba una gallina, el que se roba
un bolillo en la panadería, va al bote y es sentenciado. Qué diferencia. ¿Será
porque el producto del robo no es redituable, como los millones de pesos del
Melate o “Revanchismo”?
Para lavar el honor de México, esos responsables deben
ser castigados por la ley.
De no ser así, seguiremos cargando el peso de país
corrupto, por causa de funcionarios y empleados sinvergüenzas.
No hay derecho a decir que esos delitos no son graves.
Entonces, ¿Cuáles si lo son?.
Hay que acabar con esas sinverguenzadas ¡Pero ya!
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