Miércoles de Ceniza; inicia la Cuaresma
Juan Carlos Absalón/San Andrés Tuxtla, Ver.—El pasado domingo 6 de los corrientes, en la última liturgia celebrada en la Iglesia Catedral de San José y San Andrés, el párroco recordaba al término de ésta, el inicio próximo de la Cuaresma.
Precisamente, hoy llamado Miércoles de Ceniza, es el primer día de la Cuaresma, según los calendarios litúrgicos católico, protestante y anglicano, se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana Santa; es decir, del Domingo de Ramos.
Conforme al calendario las fechas se registran entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.
Muchos preguntan, ¿Por qué miércoles?
Los antecedentes históricos señalan que en el Siglo IV (entre los años 314 y 315), se fijo precisamente un periodo de Cuaresma en 40 días, la cual daba inicio seis semanas antes de la Pascua, en domingo, al que llamaron domingo de cuadragésima. Esto sería sólo un breve antecedente ya que la historia es rica para conocerla a fondo y habría que profundizar al citar los antecedentes del Computus y sus concilios.
Más tarde entre los siglos VI y VII iniciaría dentro de la práctica cuaresmal el ayuno, dato curioso ya que desde los orígenes el ayuno nunca se practicó los domingos, pues los domingos eran día de fiesta; es decir, la Celebración del Día del Señor, y por eso cambiaron el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primero domingo.
Bien, este miércoles para los fieles católicos es día de ayuno y abstinencia. Los creyentes reciben la imposición de la ceniza. Hay que recordar que estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo de la fragilidad del hombre y de la brevedad de la existencia humana; además es un signo penitencial que es usado desde el Antiguo Testamento y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararse a la gran fiesta de la Pascua.
Es tiempo para los católicos de arrepentirse de sus pecados y les da la oportunidad de cambiar algo de sus vidas para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
Al recibir la ceniza, se recuerdan estas palabras dentro de las sagradas escrituras; “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida…” “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás… “Arrepiéntete y cree en el Evangelio…”
La cuaresma dura 40 días, comienza con el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo; es un tiempo de oración, ayuno y penitencia. Cuarenta días que la iglesia católica marca para la conversión del corazón de sus fieles. Es la oportunidad que tienen para convertirse a Dios, por eso les pide que vivan en intensa oración.
Y es que el ayuno del que habla la Iglesia no es precisamente de alimentos, va más allá, es el de convertirse ellos mismos, que sea un ayuno para tener el dominio pleno para vencer los placeres del mundo terrenal y manifestar su amor a Dios.
Además es la oportunidad que tienen los católicos de demostrar el amor hacia sus semejantes, a través de la generosidad, la caridad o la limosna, siendo para ellos esto signo de amor.
Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, IV Obispo de San Andrés Tuxtla, cita “Según el Canon 1253; ‘La Conferencia Episcopal puede terminar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad…’ ‘Consciente de la situación e pobreza en que viven muchos sectores de los fieles, y dado que nuestra cultura admite otros signos más adecuados de penitencia, dispone que se pueda suplicar la abstinencia tradicional de carne (excepción hecha del Miércoles de Ceniza y Viernes Santo: Por la abstinencia de aquellos alimentos que para cada uno sean de especial agrado, o por la materia, o por el modo de su confección; o por una especial obra de caridad; o por una especial obra de piedad; o por otro significativo sacrificio voluntario…
“Según esto, la abstinencia de carne que se debe hacer todos los viernes del caño, se puede cambiar por otra penitencia, menos el miércoles de ceniza y el viernes santo…
“El ayuno obliga a todos los que han cumplido 18 años hasta los 59 cumplidos; la abstinencia de carne desde los 14 años hasta la ancianidad…
“El ayuno, que antiguamente se hacía toda la cuaresma, ahora obliga hacerlo sólo el miércoles de ceniza y el viernes santo; sin embargo, ayunar sólo el miércoles de ceniza y el viernes santo es sólo el ‘mínimo legal’. Si queremos un ‘máximo espiritual’ hay que ir más allá de la ley…”
Algo que también se observa en personas mayores de edad, es que el período de Cuaresma fue usado para preparar a quienes iban a recibir del bautismo la noche de Pascua, imitando con ello a Cristo con sus 40 días de ayuno.
Es costumbre dejar no lavar la ceniza hasta que esta desaparezca por sí misma. La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se ha de convertir en polvo.
El programa para este miércoles de ceniza, es el siguiente:
7:00 de la mañana, Santa Misa.
9:00 de la mañana, Celebración de la Palabra.
10:00 de la mañana, Celebración de la Palabra.
12:00 del día, Santa Misa.
1:00 de la tarde, Celebración de la Palabra.
4:00 de la tarde, Celebración de la Palabra.
5:00 de la tarde, Celebración de la Palabra.
6:00 de la tarde; Santa Misa.
7:00 de la noche, Santo Rosario.
8:00 de la noche, Santa Misa.
9:00 de la noche, Celebración de la Palabra.
También en la Iglesia de la Hermanas Capuchinas, a las 5:00 de la tarde habrá celebración; así como en la Laguna Encantada, a las 6:30 de la tarde; en el FOVISSSTE, a las 8:00 de la noche; en la iglesia de San Juditas, a las 5:00 de la tarde, y en el Barrio de Campeche, a las 6:30 de la tarde.
La iglesia hace la aclaración de que la imposición de la ceniza se hará dentro de la celebración; las personas que lleguen al final, se esperarán hasta la siguiente, no se impondrá la ceniza sin participar en la celebración litúrgica.
Entre la educación familiar y la educación académica, existe un vínculo que estamos perdiendo, que es el de la fe religiosa...
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