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15 de marzo de 2019

CADA 21 DE MARZO CELEBRAMOS EL NATALICIO DE DON BENITO JUÁREZ, PERO ¿SABES PORQUÉ LO CELEBRAMOS? TE DECIMOS LA RESPUESTA Y OTROS DATOS CURIOSOS SOBRE ESTE CÉLEBRE PRESIDENTE MEXICANO.


Datos curiosos sobre el Natalicio de Benito Juárez.

Benito Juárez nació un 21 de marzo de 1806, en el pueblo San Pablo Guelatao, Oaxaca. Fue criado por su tío, tras la muerte de sus padres. Estudió en la Universidad de Oaxaca, con la ayuda de Fray Antonio Salamanca. Llegó a ser abogado, juez, gobernador de Oaxaca y finalmente Presidente de México.

Seguramente te preguntarás ¿quién fue este personaje, qué hizo por la historia de México?, es por eso que hemos preparado para ti un listado con todas aquellas curiosidades y cosas que no sabías de uno de los presidentes más icónicos que ha tenido nuestro país.

Benito Pablo Juárez García fue el vigésimo sexto presidente de México.

Era de origen indígena zapoteco.

Nació el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca. Es por su lucha y sus aportaciones a la historia mexicana y a la Constitución del país que se celebra su nacimiento

A los 3 años de edad quedó huérfano y fue criado por sus abuelos paternos. Al fallecer sus abuelos, su tío le enseñó a hablar castellano básico

De adulto, Juárez podía hablar zapoteco, español, latín y podía leer y comprender inglés y francés.

A los 12 años se fue a vivir a la ciudad de Oaxaca, en donde conocería a su futura esposa, Margarita Maza.

Inició sus estudios para Sacedorte en el Seminario, pero después se cambió a Leyes.

Se convirtió en Gobernador de Oaxaca en 1847

Fue desterrado por el ex-presidente Antonio López de Santa Anna a Cuba en 1853.

Apoyó a la Revolución de Ayutla para echar a Santa Anna de la presidencia.

Su frase más conocida: “Entre los individuos, como en las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Fue presidente de México varias veces de manera interrumpida.

Creó la separación del Estado y la Iglesia, y en 1859 prohibió que la Iglesia tuviera propiedades en México.

Sobrevivió la Intervención Francesa y el Segundo Imperio.

El 11 de mayo de 1867, el Congreso de la República Dominicana le otorgó el título de “Benemérito de las Américas” por su lucha por la Soberanía de México y por su defensa de la libertad de los individuos y pueblos de las Américas.

Falleció el 18 de julio de 1872 de “angina de pecho”.

¿Qué hizo Benito Juaréz por México?

Ayudó a terminar con la dictadura de Santa Anna.

Juárez ayudó durante la lucha de Santa Anna por territorio mexicano, pero, al oponerse a su dictadura fue exiliado a Nueva Orléans. En 1854 ayudó a escribir el Plan de Ayutla, el cual proponía sacar a Santa Anna del poder. Juárez regresó a México en 1855, luego de que Santa Anna renunciara.

Ayudó a terminar con la intervención francesa.

Con el apoyo de Estados Unidos, Juárez logró que el Presidente Jhonson emitiera presión al gobierno francés al hacer un bloqueo marítimo. La intención era lograr que el ejército francés evacuara México al haber violado la doctrina Monroe, el cual dictaba que ninguna nación europea podía continuar con la conquista o la invasión de cualquier nación de las Américas.

Ayudó a terminar con el segundo imperio.

El 19 de junio de 1867, Maximiliano fue ejecutado tras recibir la pena de muerte luego de un juicio militar, terminándose así el segundo imperio mexicano. Juárez retomó el poder como presidente.

La Reforma y la Constitución de 1857.

Ya estando en el poder, Juárez protagonizó la Reforma y la publicación de la nueva Constitución de 1857, en donde se reconoce a todos los ciudadanos como iguales ante la Ley y restringe el poder del clero en México.

Esto es algo de lo más importante de Benito Juárez, como puedes ver fueron varios logros para un México aún joven en ese entonces.

Fuentes: Wikipedia, Universia.

2 de marzo de 2019

LA PACIFICACIÓN EN MÉXICO DEBE SER ABIERTA, DEMOCRÁTICA Y CON RESPETO A DERECHOS HUMANOS.


• Amnistía y atención a olvidados, fundamentales para revertir descomposición social: Félix Salgado.

CIUDAD DE MÉXICO.-En el FORO INTERNACIONAL “AMNISTÍA ”, especialistas afirmaron que para lograr una reconciliación efectiva en México, es indispensable que el proceso de pacificación sea abierto, democrático y respete los estándares internacionales de derechos humanos, además debe ir acompañado del fortalecimiento de las instituciones.
El presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Félix Salgado Macedonio, afirmó que se requiere un enfoque diferente para revertir la descomposición social en México. En este sentido, asentó, el tema de la amnistía y la atención a sectores sociales olvidados son prioridad.
Recordó que de acuerdo con la Fracción XIV del Art. 89 de la Constitución, es facultad y obligación del Presidente “conceder, conforme a las leyes, indultos a los reos sentenciados por delitos de competencia de los tribunales federales”.
Aclaró también que la Fracción XXII, del Art. 73 de la Carta Magna, dispone que es atribución del Congreso “conceder amnistías por delitos, cuyo conocimiento pertenezca a los tribunales de la Federación”.
El Senador por Morena acotó que, para hablar del perdón en algunos delitos, primero se tiene que garantizar justicia a las víctimas, porque son ellas las que “sienten el dolor como una puñalada”.
Agregó que el Gobierno debe apoyar a sectores de la población, como los campesinos, para que se dediquen a sembrar productos de consumo y evitar que, ante el olvido de las autoridades, busquen otras opciones para salir adelante -como producir mariguana o amapola- y terminen en prisión.
José Alfredo Piera Pellicer, rector de la Universidad Virtual y Académica, subrayó: “debemos considerar a los reclusorios como el fracaso cívico de una sociedad, cuyo costo, en todos los sentidos, es elevadísimo, tanto en dinero como en desgaste social y sufrimiento”.
El castigo como factor para mantener la paz, consideró, es una concepción “caduca” que no reduce la delincuencia. En una sociedad firme, con capacidad de perdón, dijo, se fomenta la convivencia y la tolerancia, así como una economía próspera.
La especialista Laura Londoño Jaramillo, quien participó en las negociaciones de paz en Colombia, explicó que la justicia transicional debe ser un proceso abierto, democrático y con participación social, para que la construcción de la paz sea legítima.
Dijo que deben respetarse los estándares internacionales de derechos humanos, en particular, de las víctimas. Además, señaló que la pacificación tiene que ir acompañada del fortalecimiento de las instituciones.
Los procesos de paz son importantes, pero a su vez los gobiernos deben estar preparados para los retos derivados de la delincuencia y dar respuesta efectiva a la persecución del crimen mediante inteligencia, estrategia y tecnología, precisó.
Denis Reynaud, militar de la República Checa, recomendó a los mexicanos “aprender a olvidar y seguir adelante”. Si se quiere un verdadero cambio en el país, la única forma es avanzando. Pero, advirtió, ello es imposible si México no comprende ni perdona su propia historia.
En su turno, Santiago Corcuera Cabezut, académico de la Universidad Iberoamericana, indicó que las amnistías que sólo ayudan a “cicatrizar la superficie” pueden ser malignas y contrarias al derecho internacional, porque producen un efecto de pretendido olvido forzado.
A primera vista, este tipo de leyes pueden cicatrizar la superficie, pero el “bisturí y las tijeras se quedan adentro”. Si no hay verdad y reparación, no es posible que haya una verdadera cicatrización. Se podrá ver cicatrizada la superficie, pero por dentro el cuerpo social sigue sangrando, advirtió.
En cambio, resaltó, las “leyes benéficas” son fomentadas y recomendadas por instancias internacionales. La tragedia es grandísima y el problema descomunal en México. Tenemos que despojarnos de patriotismos mal entendidos para pedir auxilio internacional.
Se manifestó porque venga al país un mecanismo internacional, extraordinario, contra la impunidad y la corrupción, que ayude a lograr justicia, verdad y reparación a las víctimas.
Una ley de amnistía, concluyó, no acalla al clamor de los familiares por saber dónde están sus desaparecidos. Además, hay ciertas atrocidades que no son amnistiables, como la tortura y la desaparición forzada.