v Los males del desarrollo de los pueblos
v El destino alcanzó a San Andrés Tuxtla
El desarrollo de los pueblos trae consigo muchas penas y alegrías.
Cuando las alegrías son mayores por el crecimiento económico, los asentamientos de empresas y de la industria en sus diferentes ramas, por el beneficio que traen a familias enteras donde el fruto del trabajo es remunerado y permite la comodidad de vida y de esparcimiento, pareciera que los lugares se eternizarían en bienestar para todos.
Es ahí donde comienza la incertidumbre al enterarnos que en otros puntos del país, de la entidad y de la región el temor acecha por los hechos de violencia que se están dando, y cuando pensamos que esos hechos están muy lejos de alcanzarnos, al dar la vuelta vemos que estamos a un paso de encontrarnos con esa realidad, que ya no es ficción, ya no es producto de una imagen en la televisión, ni siquiera es una noticia de otro estado, es un hecho que ya se está dando en nuestra ciudad.
Tal pareciera que los hechos de violencia dejaron de ser ajenos para nuestro municipio San Andrés Tuxtla; tal pareciera que el destino nos alcanzó, y es que ya no son hechos aislados los que vivimos.
La delincuencia ha permeado a las fuerzas de seguridad, ya no locales, sino del estado y hasta federales; ya es común que en esta Región de Los Tuxtlas, se den “levantones”; se den extorsiones vía telefónica; ya es común que a cada rato se lleven algún vehículo, no un vehículo chatarra o de uso prolongado, sino un buen vehículo con ciertas ventajas en costo y comodidades.
No se concibe que estén burlando a las autoridades policíacas; gente mal intencionada comienza a inquietar a la ciudadanía con acciones que rebasan el orden común; hoy día quienes poseen un bien obtenido con el esfuerzo del trabajo o por herencia, ya no están tranquilos, porque los hechos que se están viviendo y aunque no se pregonen son gritos en silencio de los que la ciudadanía tiene conocimiento.
Cuando se gesta construir un mando único, de un gobierno de seguridad centralizado, se habla de la siembra de una semilla que comenzará a germinar en algunos años, con una interminable lista de depuración para alcanzar el propósito que se antoja tardará un poco, y mientras sucede esa metamorfósis y las autoridades logran ponerse de acuerdo, el enemigo continuará acechando y haciendo de las suyas.
Hace algunos meses atrás se difundía como a través del uso de la tecnología, con un celular y otra persona usando un decodificador se podía quitar el candando digital a un automóvil cualquiera, de ahí que hoy día sea tan fácil, según los expertos en materia de seguridad que se roben un vehículo, con esas artimañas que aunque sean un avance tecnológico, para estas acciones constituyen armas tecnológicas para los delincuentes.
Y cuando hablamos en materia de seguridad tenemos también el arribo de gente que aprendió malos hábitos en el norte de México, y que muchos de ellos están regresando a la tierra donde nacieron, donde emigraron cuando niños, cuando jóvenes y hoy con un amargo sabor de boca al quedarse sin trabajo y sin sus bienes en un arrebato de rabia, junto con la impotencia de no poder recuperar mucho de lo logrado y tener prácticamente que salir huyendo por los hechos de violencia que se viven allá arriba, no van a buscar quien se las hizo sino quien se las pague.
Es por ello que algunas personas con malos hábitos por daños cometidos en otros lugares pretenderán sobrevivir de la misma manera en esta ciudad de San Andrés Tuxtla, por lo que presumiblemente se espera se incremente el índice delictivo que los ciudadanos no queremos pero que es una realidad y donde las autoridades policíacas y de impartición de justicia tendrán que actuar con mano firme endureciendo un tanto cuanto las leyes correspondientes; todo ello para que no se pierda el control, precisamente en materia de seguridad.
El pregón del gobierno federal, es en ese sentido su permanente lucha en el combate a la delincuencia en cualquiera de sus formas; en el gobierno federal el doctor Javier Duarte también ha manifestado que hará lo propio, y de ello se espera mucho, sólo hay que ver los resultados a largo plazo, porque aunque ya registra treinta y siete días, los resultados aún no se ven, hay que darle más tiempo porque es un gobierno de una gran plataforma y requiere aún continuar depurando y quitar todo lo que pueda hacer daño al interior, así también tenemos un gobierno local con seis de trabajo, pero con muchas ganas de hacer las cosas bien, y de ellos tres, se espera una conjugación de fuerzas que permita a la ciudadanía recobrar la calma.
Así las cosas…