Muñecas de antaño, con cabezas y brazos llenos de
aserrín y estructura de bejuco. (Foto | JC Absalón)
Muñecos de hoy, que sacan en grupos por barrios y
colonias, los que practican los empujones entre la multitud con estructura de
trozos de madera y mangueras, con cabezas de papel maché rellenos de materiales
duros que lastiman al golpear. (Foto | JC Absalón)
Juan Carlos Absalón/San Andrés
Tuxtla, Ver.—Estamos celebrando las fiestas patronales en honor a San Andrés
Apóstol, dentro del marco de las fiestas titulares de San Andrés Tuxtla.
La tarde del pasado jueves,
tuvimos la grata presencia de tener a los tres cronistas de Los Tuxtlas, Sixto
Carvajal, Eneas Rivas Castellanos y Salvador Herrera García, y quizá faltó una
buena difusión para contar con un mayor público que pudo haber enriquecido su
acervo cultural con la historia legada de nuestros antepasados.
Y es que uno de los temas que se
tocó fue precisamente el de “LAS MOJIGANGAS”, que en sus inicios eran muñecos
cabezones, cuya estructura de era de gruesos bejucos, vestidos de telas con
colores muy vivos, muy alegres, con su cabeza y brazos llenos de aserrín, paja
o viruta, cuya gracia consistían al ir bailando con la tradicional música compuesta
especialmente para la ocasión.
A estos muñecos les decían “tungu
tutungo” con rasgos grotescos y las que figuraban como muñecas, con grandes
aretes y trenzas de estambre; recordando también a aquellos muñecos de forma
indígena que portaba grandes sombreros, y un pañuelo rojo (paliacates), con
sus trajes de manta.
Hace más de 40 años, todavía
recordamos a los muñecos que patrocinaban los comerciantes del mercado
municipal 5 de Febrero, imitando a distintos personajes en forma chusca, con un
cuadro de manta al frente y en la espalda con el nombre de la casa comercial o
empresa que patrocinaba al portador del muñeco.
También recordamos a los toritos,
que se jugaban el ataque (simbólicamente y en juego) contra quienes buscaban
torearlos, y quienes iban a enfrentar a los toros iban con las manos vendadas.
También al famoso “totole” que la
punta llevaba un clavo con el que punzaba a las mujeres.
Toda esa tradición ha cambiado
muchísimo, y en contraste hacen muñecos más grandes y que lastiman a las jovencitas
a las que golpean ya no con una cabeza rellena de aserrín sino de otros
materiales; la estructura es de madera o de mangueras de plástico.
Los toros ahora traen cuernos
bastante filosos los que en muchas de las ocasiones han herido en el juego chusco
que termine en violencia.
Y el “totole o guajolote” ya no
es tan bien visto porque al ponerle agujas, resulta peligroso con el riesgo de
contraer el virus del VIH.
Muchas de las tradiciones por
modernidad o imitación de otros lugar se van perdiendo; a esta causa se está
sumando El Comité del Barrio de San Antonio de Padua, que busca al rescate y la
conservación de esta tradición que es LA MOJIGANGA.
El comité nos hizo llegar una
copia de un proyecto aprobado:
Leamos:
La Comisión Dictaminadora del proyecto
“Apoyo a Proyectos de Investigación de Cultura Popular” impulsados por la
CONACULTA y el IVEC, aprobó a la comisión de festejos del Barrio San Antonio de
Padua, el proyecto denominado “Auténticos Muñecos de La Mojiganga de las
Fiestas Patronales de San Andrés Tuxtla, Veracruz”.
Por tal motivo esta comisión
integrada por la profesora Ana María Campos Cadena, como coordinadora general,
señora Blanca Ortiz Cadena, tesorera; señorita Teresa Valle Xolo, secretaria;
profesor Eloy Hernández Carmona, asesor, y como vocales; señora Emilia del
Prado Peláez, señora Norma Córdoba de Avendaño, señora Mercedes Ramos y, profesora
Diocelina González Cadena, están trabajando en el rescate de la tradición de la
mojiganga en su originalidad, como eran y deben seguir siendo; muñecos
cabezones, hechos con bejuco, vestidos de telas de vivos colores con sus brazos
sueltos que puedan tener suficiente movimiento al bailar, su cabeza y brazos
rellenos de aserrín, paja o viruta.
Este grupo de entusiastas señoras
invitan a la ciudadanía en general a que rescatemos a nuestra mojiganga de
antes (tungu tutungu) con sus rasgos grotestos; la mujer con sus aretes
grandes, sus trenzas de estambre y grandes moños; el hombre indígena con su sombrero,
pliacate y ropa de manta o también puede ser algún personaje conocido (ridiculizado).
Agrega el comunicado:
El objetivo principal de este
grupo es lograr preservar nuestra auténtica tradición, muñecos de tamaño
mediano que permitan a la persona que lo porta, el que pueda bailar al ritmo de
la música escrita, especialmente para la mojiganga así como correr con la
misma.
Desafortunadamente hemos dejado
perder nuestra verdadera tradición, pues en el año de 1993, los alumnos de la
ESBIO comenzaron a elaborar muñecos gigantes sin ningún movimiento, y
actualmente las escuelas secundarias sacan muñecos gigantes modernos como Los
Simpson, Dragón Ball, Puka, Payasos ‘Asesinos’, etcétera, los que caminan, se
empujan y van gritando al compás de música moderna y de batucada que ni
siquiera es música de nuestro país, que hacen que una tradición de más de un
siglo se convierta en un verdadero carnaval.
Finaliza el comunicado:
Finalmente este grupo, quiere
rescatar la elaboración del muñeco de la mojiganga como en la época de antaño,
rescatar nuestra auténtica tradición, que en el recorrido sean acompañados por
el sonido del tambor y la música original que las mojigangas bailen al ritmo de
la misma, den besos y ligeros cabezazos a las muchachas y sean la diversión de
los demás al corretearlos.
Es así como señalábamos al inicio
de esta entrega, esta es una tradición que forma parte de nuestra identidad
cultural, de nuestras raíces como sanandrescanos, organízate y participa con
tus compañeros de escuela, tu familia o con tus vecinos, elaborando tu muñeco.